martes, 24 de febrero de 2009

Ése




Nadie lo sabe, todos lo suponen; hablan, ríen, se quejan (o lloran). ¿Quien? ¿Nadie? No, todos, todos, absolutamente todos los felices e infelices que habitan este mundo, ¿Porqué? ¿Para qué? El gran protagonista de este mundo tampoco tiene la respuesta, ese del que todos hablan, ese al que todos le piden, ese que está en "todos" lados, ese que "todo" lo ve y "todo" lo sabe, si ese mismo, ese en nombre del quien se mató tanta gente, ese que en su nombre se construyen castillos de oro, ese, del cual yo ya no sé si creer. Ese que le gusta jugar, ese que le gusta apostar, ese, al que le gustaría decir "Dios mio" pero no puede, ¿en quien cree ése? En mi seguro que no, tampoco creo que en usted. Si el cree, solo cree en el azar y, misteriosamente, a veces gana.

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